lunes, 20 de julio de 2020

Vuelta a empezar

Empezó a llorar en el minuto treinta. Lo había preparado todo tan minuciosamente que había pasado por
alto los haces de luz que, desde su espalda, emitía el televisor silencioso. El marisco fresco, la carne de primera, el vino caro. Y la conversación perdida en algún lugar del comedor ¡Gol! Gritó él, ajeno al romanticismo. El marisco en la mesa, la carne en la nevera y la copa de vino sobre su camisa blanca. Y la última oportunidad, perdida. También para él. Y es que la vida se complica cuando amas a una mujer y estás loco por once hombres.

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