lunes, 23 de mayo de 2022

Tíovivo

Los primeros compases de la banda iniciaron las fiestas y los fuegos artificiales pintaron el cielo. Papá me compró una ficha para el tiovivo. Mientras el caballito giraba vi a mamá acercarse mientras que, en el lado opuesto, un señor con gafas, miraba atentamente. Mamá dijo algo a papá en el oído. El señor se quitó las gafas. Mamá se alejó de papá. El señor esbozó una sonrisa. Papá restregó sus ojos. El señor agarró a mamá por la cintura. El tiovivo se detuvo. Papá me cogió en brazos. Los caballitos se pararon y nuestra vida comenzó a girar.

lunes, 9 de mayo de 2022

Del Pas al cielo

Va a ser difícil, pero más difícil parecía poder superar las lesiones y aquí estamos, codo con codo con los más grandes, después de ganar mi serie de semifinal y dispuesto a luchar por todo. Me encuentro bien. Si acaso un poco dolorido, pero es normal, el esfuerzo, el límite, la élite. Es lo que tiene. No he de despegarme de los británicos, ellos tienen la carrera en la cabeza y yo la tengo en el corazón. Sé que si voy con ellos voy a subir al podio ¿Al lugar más alto? Nunca se sabe.

El sudanés Khalifa ha puesto el listón alto. Se está corriendo rápido, va a costar. Pero me encuentro bien, puedo seguirle, incluso desde el tercer lugar. He corrido muchas veces y sé que mi estrategia de estar pendiente, en los puestos de arriba, es la correcta. He sido plata europea y bronce después, recordman de España y campeón en mi tierra, pero esto es el cénit. El cielo angelino es azul, la oportunidad es inmejorable y la calidad de los hombres que me siguen es insuperable. Ganar esto me llevaría a la cima.

No entiendo que hace Scott, con el final tan bueno que tiene, tomando las riendas de la carrera. Quedan más de dos vueltas ¿Qué hace? Claro, la está ralentizando, necesita que se corra más despacio para que él tenga opciones en el final. No lo puedo consentir, necesito mi premio, me merezco mi medalla. He luchado más que nadie contras las adversidades y he sufrido más que nadie para estar aquí. Me pongo delante y corro como llevo haciéndolo desde que era sólo un niño, con pasión, con firmeza, con los dientes apretados y quien pueda seguirme, que lo haga.

Y lo siento por quien no pueda, pero no puedo permitirme el lujo de ser sentimental, aquí se corre deprisa, quedan dos vueltas y necesito quitarme de encima a estas moscas británicas que no dejan de posarse sobre mi plato de sopa. Qué buenos son los tíos. No me queda otra que seguir corriendo y corriendo y corriendo. Como lo he hecho tantas veces, como me ha dado tan buen resultado cada vez que he tenido pasión y no he tenido miedo.

Ding, dong. Última vuelta. Si algo me da miedo son los tres británicos. Son los mejores del planeta, quizá los mejores de la historia, y contra ellos he de jugarme las lentejas en la mejor carrera del mundo. Aprieto, lo doy todo, me quiero marchar, pero no lo hago. Espera. Ovett se ha parado ¡Ovett se ha parado! Sigue, Jose, sigue así. Vas bien. Contrarrecta, penúltima curva. Allá va Coe. Qué elegancia, qué fuerza, qué sabiduría. No puedo. Tampoco con Cramm. Pero no te despistes, detrás tienes a Chesire exigiéndote. Aguanta, Jose, puedes ser tercero. Siento el aliento de Chesire tras la nuca. No puedo más. Me va a alcanzar. Corre, Jose, corre. Has nacido para correr. La meta, sí, la línea. Mírala. Abro los brazos, clamo al cielo, sonrío. Nadie es más feliz que yo. Quien lo iba a imaginar. El españolito, el cántabro del Pas. Sin medios, sin formación, sin información, sin seguimiento. Aquí estás. En el podio de los Juegos Olímpicos. Disfruta tu hazaña. Te lo has ganado.