lunes, 3 de diciembre de 2018

Por una vez

- Venga tío, que no te va a comer. Por una vez no te va a pasar nada. Ya verás que bien lo pasamos.

Y aspiró hasta el fondo.

El subidón fue brutal. Todo el rato hacia el punto más alto de la montaña rusa. Cuando alcanzó la cima, cayó tan en picado que aún no ha conseguido tocar el fondo. El día que lo toque recordará las palabras de su amigo.

- Por una vez no te va a pasar nada.

Pero no le dijo que detrás de una vez, siempre venía otra.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Tras la tormenta

La tormenta había nacido como poderosa y estaba creciendo como temeraria. El cielo pintaba destellos eléctricos y la gente corría entre los árboles en busca de un refugio, bien dentro de sus coches, bien en alguna de las cabañas. Ella tropezó y cayó al barro, él escuchó el golpe e inmediatamente detuvo su carrera para tender una mano. Se tocaron. Se sujetaron firmemente y, justo en es instante, un rayo refulgía desde arriba para partir en dos un árbol. Mientras caía el tronco, él tiró de ella y la puso a salvo. Pum. Fue un golpe, seco, pero casi insonoro debido al salvaje ruido de la tormenta que amortiguaba hasta los gritos de pánico de los turistas.

Los padres acudieron prestos en cuanto fueron conscientes de la situación. El padre de él le sujetó por la espalda, el de ella lo hizo de frente, y les protegieron de la lluvia con sus brazos fuertes. Apenas se dijeron adiós con la mirada y continuaron corriendo. Pero ya se habían mirado. Un instante mágico en el que cruzaron la vista y se detuvieron en sus pupilas. Un segundo, una vida. Tenían doce años.

Han pasado treinta y ella camina apesadumbrada por una calle tan negruzca como su pensamiento. No tiene trabajo, ni expectativas, ni una vida en común con nadie. El cielo ha tornado en gris oscuro y el viento ha comenzado a soplar, casi con violencia. De repente, una gota invade su cara y se da cuenta de que debe buscar un cobijo. No hay nada más allá de coches y locales comerciales, la mayoría cerrados por culpa de la crisis. Los truenos comienzan a ser aterradores y los destellos pintan el cielo de ceremonia. De repente vuelve a caer. Un tropiezo tonto, una herida leve bajo el pantalón. El tipo que la ha visto desde la ventana sale por la puerta y le ofrece su mano. En ese momento, un rayo vuelve a caer, a plomo, sobre sus cabezas. Un tirón, un resguardo junto a la pared y una mirada. De nuevo una mirada. Una vez más, desatada la tormenta, ambos se habían dado cuenta de que no es la primera vez que se veían. Y entonces, sólo entonces, se terminaron de dar cuenta de que tampoco sería la última.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Póker de sietes

- Póker de sietes.

La voz sonó ronca, firme, casi autoritaria.

Había mucho dinero sobre la mesa y muchas deudas en los bolsillos. Observó una vez más sus cuatro seises y fue consciente de que la vida le había vuelto a tender una trampa.

Sobre el montón del dinero había una escritura, un reloj y las llaves de un coche. Y no se había jugado a su mujer porque, aún, pese a todo, le había quedado un ápice de vergüenza.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Allende los mares

Nos prometieron riquezas, tierras y fortuna. Y nos prometieron la gloria, sobre todo la gloria. Cincuenta años ha, el almirante Colón cruzó el mar del norte y nos dio a todos un nuevo continente. El viejo loco murió pensando que había llegado a las indias y el maldito Vespucci, rata como ninguna otra, se había llevado la gloria con América. Y allí estábamos nosotros, cuchillo en el cinto y arcabuz sobre el hombro, matando a todo lo que se ponía en nuestro camino y evangelizando a todo aquel que no se dejaba matar. Allende los mares no estaba la riqueza y la que había era para reyes, duques y otro miembros de esa nobleza que nunca manchó sus botas de barro. Tierra había demasiada, pero por cada paso había tres árboles y diez alimañanas. La fortuna, en cambio, era sobrevivir un día, y quizá otro, en aquel infierno pintado de verde. Ya nadie recordaba a Pizarro, ni a Cortés, ni mucho menos al bravo Núñez de Balboa. La gloria quedó en una pica, cabeza expuesta y vergüenza enterrada. Y mientras un bicho, salido de no se donde, nos comía los ojos cada anochecer, justo antes de dormir, apurábamos el último trago de vino y nos preguntábamos que diablos hacíamos en un lugar donde no existía ni Dios ni sus parientes cercanos.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Superhéroe

- Papá ¿Qué es un superhéroe?

Quiso enseñarle su colección de comics, hablarle de Spiderman, contarle las aventuras del Capitán América, decirle que Supermán es capaz de volar con sólo alzar un brazo. Pero entonces recordó lo que él era cuando dejó de leer aquellos comics, recordó la depresión, el vacío, la desgana, las ganas de volar desde lo alto de una azotea.

Y entonces llegó él; con la sonrisa que encendió la luz, el balbuceo que lo lleno todo, la actividad que reactivó sus instintos y las ganas de volar, cada día, desde un rincón de la imaginación.

- Tú, hijo mío, tú eres un superhéroe.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Un cigarrillo en la memoria

Hacía justo un año que había pasado la última revisión. Un año exacto desde la última mamografía, la última ecografía y el último escáner de rigor. Desde que había pasado el cáncer, cualquier precaución era poco y debía pasar sus revisiones semestrales hasta que, un año antes, le habían dicho que ya había pasado la zona de riesgo medio y podía cambiar el periodo revisional de semestral a anual. Pero no recordaba la fecha por la buena noticia sino porque aquella misma noche su marido falleció de manera fulminante. Un ataque cardiaco. El tabaco, el maldito tabaco.

Habían vivido cuarenta años juntos, cuarenta años de cigarrillos por la mañana, de cigarrillos en la sobremesa, de cigarrillos nocturnos, de cigarrillos interminables. En cada fotografía, en cada recuerdo, en cada momento, aparecía un cigarillo que no se apagaba de la memoria.

Ella nunca fumó un sólo pitillo, ella nunca se acercó, ni siquiera, a un paquete de tabaco.

Regresó al hospital, esta vez sóla, esta vez desolada. Vestida de negro y con el corazón teñido de luto. Se sentó frente al médico.

- Todo bien. - Le dijo.

La ecografía bien, la mamografía bien, el escáner bien.

- Está usted como un roble. - Sentenció.

Y, para rematar, le dictó una frase que le enseñó el poder de aquellos malditos librillos de papel prensado.

- Y, además, sus pulmones ahora aparecen limpios. Hemos comprobado que ha dejado usted de fumar.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Donde no habita el miedo

Miraba cada mañana a la alambrada con ojos de esperanza.

- La libertad es un lugar donde no habita el miedo.

Durante los siguientes veinte años, escuchó la misma frase de la boca de su compañero de celda.

Entre medias hubo vejaciones, palizas, sueños rotos y noches de enfermedad. Miedo, mucho miedo. Allí dentro no existía un lugar llamado libertad.

Pero cuando le firmaron el documento que le acreditaba como un hombre libre, miró hacia atrás y rememoró todas las cosas buenas; los compañeros, los talleres, los partidos de fútbol, los cigarrillos al anochecer. Y entonces, en el momento de comprobar que tenía miedo a cruzar la puerta de salida, descubrió que allí afuera tampoco existía un lugar llamado libertad.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Desde la cueva

Un folio en blanco, ninguna opción, ninguna propuesta. Acaso un sueño, acaso una ilusión, acaso una historia pasada. Ningún mensaje en el móvil, ningún email, ninguna señal. Nada. Y ahí sigue el blanco, en el folio, en la cabeza, en la vida. Quizá ayude un recuerdo, quizá ayude alguna palabra pasada. Pero el agua que no mueve molino ya hace tiempo desembocó en el mar. Silencio, tiempo, oscuridad. Y se enciende la pantalla. Hoy tampoco es ella. Quizá mañana. Rompo el folio, guardo el lápiz, vuelvo a esconderme en la cueva.

jueves, 25 de octubre de 2018

Diferente

Lo hizo todo para intentar captar su atención. Se vistió de rockero el día que se enteró que tenía un póster de los Rolling en su habitación, se perforó una oreja el día que la escuchó decir que le gustaban los chicos con pendiente, se tatuó un símbolo oriental el día que supo que era amante de los tatuajes simbólicos, se compró una moto el día que la escuchó hablar de lo que le gustaban los moteros. Se cambió de ropa, de peinado, de gustos y hasta de forma de caminar. Pero no consiguió nada. Y, sin embargo, cuando lo dio todo por perdido y regresó a la normalidad, se acercó a él para decirle que le gustaba más cuando era diferente.

martes, 16 de octubre de 2018

Tiempo

Le pidió al Ratoncito Pérez un excalectric y le trajo un coche eléctrico. Le pidió a Papa Noel una  bicicleta y le trajo una moto. Le pidió a los Reyes Magos un caballo de madera y le trajeron un potro. Cuando, para su cumpleaños, le pidió a su padre un poco de tiempo, éste sólo tardó diez segundos en rellenarle un cheque lleno de ceros.

lunes, 15 de octubre de 2018

Hemorragia

Le sangraba la nariz cada vez que decía una mentira. Para no preocuparla más, le dijo que no la echaba de menos y que era muy feliz sin ella. Unas horas después, casi muere por la hemorragia.

lunes, 8 de octubre de 2018

Pequeña

La llamaba pequeña porque era una manera de hacerle saber que la sentía suya, pero cuando quiso  despertar se dio cuenta de que ella le había quedado demasiado grande.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Santa Rita, Rita

Una vez más, le despidió con su sarcasmo particular:

- Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita.

Y allí se quedó, plantado, humillado, sin su novela de Asimov y su reloj digital. Otro día fueron el bocadillo y la pulsera de plata, otro fueron las zapatillas. El bollo de chocolate, el estuche de dos pisos, el bolígrafo de diez colores, el álbum de cromos, los apuntes de lengua, las gafas de sol, la sudadera de marca.

Así, hasta que la chica más guapa del instituto cambió de gusto. Dejó al humillador y se acurrucó con el humillado. Detrás de las gafas de pasta había unos ojos azules que embrujaban y detrás del pantalón había una entrepierna que fascinaba.

El bruto se acercó a ellos y le partió la cara. Pero la chica siguió abrazándole.

Entonces él sonrió, pese a escupir sangre, y le despidió con su sarcasmo particular:

- Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

La más bella

- Fue la mujer más bella con la que estuve nunca.
- ¿Y qué paso?
- Que yo fui el hombre más gilipollas con la que ella estuvo nunca.

martes, 25 de septiembre de 2018

Una corta historia

- Fue una corta historia.
- ¿Cómo de corta?
- Cuando la quise besar de nuevo, había desaparecido con el viento.

Y entonces, el viento, volvió a sacudirle el rostro dejando un sabor de dulce saliva en su boca. El recuerdo, el deseo, el adiós que no quería asimilar.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Hi ho

Bonachón se cansó de ser bueno y escondió la manzana bajo el gorro marrón. Dormilón se cansó de estar en la cama y guardó el elixir en un bolsillo de su camisa naranja. Mudito se cansó de callar y tomó una jeringuilla prestada del botiquín de Tímido que ya estaba cansado de sonrojarse y les había propuesto el plan. Mocoso dejó de estornudar y dejó que la niña durmiese la siesta tranquilamente. Gruñón sonrió por un día y manejó con destreza la jeringuilla, el elixir y la manzana. Sabio despejó la cabeza e ideó el plan. Dirían que vino una mujer, que les vendió una manzana y que se la habían guardado para ella.

Al principio todo había sido demasiado bonito. La chica se desnudaba, se lavaba y se dormía y ellos iban y volvían del bosque con su pequeña erección. Hi ho, Hi ho, cantaban. Pero entonces llegó el príncipe y se acabaron las ilusiones.

- A tomar por culo.

"Este Gruñón, siempre tan amable", pensó la chica antes de sentir como la glotis se inflamaba y el aire dejaba de llegar a sus pulmones.

- Ahora que venga el listo a despertarla. - Dijo mudito antes de volver a callar.

Y cuando escucharon cabalgar al caballo todos pusieron la cara de duelo que durante tantas horas habían ensayado.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Sin freno

- Echa el freno. - Le rogó.

Pero él continuó a toda velocidad. Las palabras se cruzaron, los vocablos se acercaron, el aliento se convirtió en dióxido.

Y entonces llegó el tortazo.

- Te lo advertí. - Dijo ella.

Y él se frotó la cara, dolorido, sabiendo que algún día debería dejar de pisar el acelerador.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Curiosidad

Había una rosa, junto a una nota, en la puerta de su casa. Era la tercera vez y esta vez tampoco pensaba hacer caso.

"Sabes quien soy, sabes que quieres cenar conmigo".

A la cuarta fue la vencida y se decidió a llamarle por teléfono. Cenaron, se besaron, hicieron el amor y durmieron juntos hasta el amanecer. Había sido un acierto, pensó. Insistir por su parte, ceder por la mía. Se sentía enamorada. Regresó a casa con el rocío de la mañana y, junto a la puerta, volvía a haber una rosa junto a una nota.

"Vale, no sabes quien soy, pero te hubiese gustado cenar conmigo".

No regresaron las notas, ni las rosas, ni siquiera la policía porque no hubo más anónimos. Pero por más tiempo que pasara, jamás se quitó de la cabeza la intriga de quien sería el tipo que quería cenar con ella.

martes, 18 de septiembre de 2018

Credo

"Creo en Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra...".

La tormenta arrasó su casa y el viento azotó su cosecha.

"Creo en Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra...".

El verano secó los ríos y el pozo no pudo regar las viñas.

"Creo en Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra...".

Un caminante pidió cobijo y se quedó con su mujer para siempre.

"Creo en Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra...".

Una enfermedad se llevó a su hijo y un accidente partió en dos a su hermano.

"Creo en Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra..."

El médico le diagnosticó el cáncer. Le instó a iniciar el tratamiento y él, en lugar de volver al hospital, regresó, como cada tarde, a la capilla de la vieja iglesia.

"Creo en Dios todopoderoso, creador del cielo y del tierra...".

lunes, 17 de septiembre de 2018

Tanto tienes, tanto vales

"Tanto tienes, tanto vales".

Se lo dijeron el día que quiso acceder al local de moda y no llevaba más que unos pantalones vaqueros y unas viejas zapatillas de lona.

Hubiese creído aquello del "derecho de admisión" si no hubiese visto pasar a media docena de niños pijos con alpargatas de esparto.

"Tanto tienes, tanto vales".

Ahora vuelve a la puerta del local. La gente viste formal y él se ha puesto un pantalón corto y una camiseta para la ocasión.

- Pase, señor.

Mira atrás y ve como un par de chavales son interceptados en la misma puerta.

- No podéis pasar. Reservado el derecho de admisión.

Cruza el umbral y se dirige a la zona vip. Allí, una foto con la portada de su último disco decora, a modo de póster, una de las paredes.

Los zapatos de tacón contrastan con sus viejas zapatillas de lona.

Bebe, ríe, baila, folla.

"Tanto tienes, tanto vales".

jueves, 13 de septiembre de 2018

Una de estas noches

Una de estas noches me sentaré en el poyete, beberé un refresco y empezaré un paquete de cigarrillos. Una de estas noches bajaré con un libro, acomodaré la espalda y pasaré las hojas como quien repasa sus momentos pendientes. Una de estas noches miraré la calle y jugaré a intuir hacia donde van todos esos coches. Una de estas noches tendré mis auriculares y obvervaré como el mundo danza mientras yo danzo en mi imaginación. Una de estas noches seguiré allí y a lo mejor, una de estas noches, tú vuelves a pasar y, quien sabe si una de estas noches, esta vez sí, te fijarás en mí.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Qué ves aquí

- ¿Qué ves aquí?

El doctor pasaba una estampa detrás de otra. Todas tenían dibujos imposibles, figuras retorcidas, equidistancias mareantes.

- Un charco de sangre.
- Una cabeza aplastada.
- Un hacha sobre un cuello.

Y así una detrás de otra.

Cada figura un crimen, cada pensamiento una anotación aparte.

- Puede marcharse.

Le diagnosticaron transtorno severo. Nada nuevo. Llevaba más de ocho años en aquella institución y temía que, como mínimo, iba a estar otros tantos. Eso como poco. Ya se encargaría él.

- ¿Qué tal ha ido? - Preguntó ella.

Y entonces, él, cambió la mirada de psicópata por la mirada de enamorado.

- Bien, les he mentido. No he querido decirles que cada una de las figuras yo te veía a ti.

martes, 11 de septiembre de 2018

Descontrol

El destilador embotelló una caja de licor adulterado, el vendedor de licores vendió una botella al dueño del restaurante, el camarero sirvió dos copas al camionero, el camionero se durmió al volante y embistió contra un coche que había aparcado en el camino.

La chica acudió tarde a casa y su madre le castigó sin salir durante el fin de semana. El chico esperó a que su padre se durmiese y cogió las llaves del coche. Ella cerró la puerta en silencio y él le esperaba con el motor encendido. Se pararon en el camino junto a la nacional. Querían besarse y explorarse. Antes de poner la mano sobre su cuello, él vio la luz destellane y ella escuchó el ruido del camión que se abalanzaba sobre ellos.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Seguir bailando

La esperanza es un baile prolongado en el tiempo, es una canción de amor cuya nota final se sostiene hasta la victoria. O hasta la derrota. Durante tanto tiempo he cantado, durante tanto tiempo he bailado, durante tanto tiempo he esperado que ahora sé que la esperanza no es sino un trazo sobre un papel mojado. Cuando más se hunde, más se desintegra.

Ayer, mientras navegaba en libros, le esperaba con la mirada. Todos felicitaban mi trayectoria y me instaban a seguir. Serás una gran mujer, me decían. Y yo sólo quería ser su gran mujer. Se acabaron los libros y seguí esperando. Llegó el trabajo, el dinero, la posición. Y él pasó de largo. Se acabó el baile y se acabó la canción. Creo que, ahora sí, también se acabó la esperanza.

Por si acaso, yo voy a seguir bailando.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Solo

"Solo nací. Apenas un par de piernas queriendo cerrarse, una mujer que no quiso abrazarme, una noche fría de invierno, una luna plateada que iluminó mis ojos.

Solo crecí. Ni un solo chico que se acercase a mí para darme los buenos días, ni una palabra amable de aquellas mujeres que gobernaban el edificio, ni una felicitación por mi cumpleaños, ni una fiesta de año nuevo, ni un solo regalo de reyes.

Solo viví. Ni una palmadita en la espalda en los días de esfuerzo, ni una llamada alentadora en los días de guardar, ni un hombro donde llorar, ningún plato para compartir, ningún postre para rematar.

Solo me iré. Ni un recuerdo que anuncie el camino hacia mi presente, ni una palabra para definirme, ni una sonrisa para recordarme, ni una sola barra de bar donde sostener mi presencia".

Encendió el cigarro y lo aplastó sobre el reguero de pólvora. Más allá, en el parque, los niños jugaban ajenos al peligro y los padres conversaban ajenos al tiempo. Por una vez, todos le recordarían.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

La pistola humeante

La pistola humeante, la mandíbula desencajada, la sangre en el suelo, el olor a pólvora. Y solamente había que mirar atrás.

Su hijo encañonado, su mujer amenazada, su hogar ultrajado, su vida condenada para siempre a la oscuridad.

La pistola humeante, la mandíbula desencajada, la sangre en el suelo, el olor a pólvora. Y solamente quedaba mirar hacia adelante.

Su hijo vivo, su mujer a salvo, su hogar liberado y su vida, ahora, pendiente de una condena.

María

María salió el primer sábado con sus primas. Llevaba falda larga y blusa abrochada hasta el cuello. Pensaba en el niño pijo de su clase y caminaba despacio con sus zapatos de charol. Recorrieron el paseo y compraron un helado. Después, junto al mar, encontraron una hamburguesería donde ponían música popular. Regresó a casa con dolor de estómago y sueños de mariposa.

María salió el segundo sábado con sus vecinas. Llevaba falda larga y blusa abrochada hasta el cuello. Pensaba en el niño pijo de su clase y caminaba despacio con sus zapatos de charol. Se sentaron en el parque y charlaron sobre la última colección de cromos. Después, junto al parking, encontraron un bar juvenil donde ponían música de baile. Regresó a casa con dolor de cabeza y sueños de ardilla.

María salió el tercer sábado con sus compañeras de clase. Llevaba falda larga y blusa abrochada hasta el cuello. Pensaba en el niño pijo de su clase y caminaba despacio con sus zapatos de charlol. Entraron en el recinto ferial y se buscaron con sus coches de choque. Después, en el escenario, encontraron un grupo que tocaba rock and roll con sus guitarras. Fue una patada de liberación. Se subió la falda, se desabrochó la blusa y se quitó los zapatos. Regresó a casa con dolor de pies y sueños de gata.

Desde entonces salía cada sábado con pantalón ceñido y camiseta, pensaba en sí misma y buscaba la vida mientras daba largas zancadas con sus zapatillas de deporte.

martes, 4 de septiembre de 2018

Sobre la cornisa

El borde de la cornisa era frío y en el viento zureaban las palomas mientras un templado sol de otoño
jugaba a cegarle los ojos. Tomó las gafas de sol y compuso una mirada de tipo duro. Frunció el labio, aguzó la mirada, frotó las manos. Extendió los brazos hasta dibujar una silueta alada y se atrevió a elaborar un último intento. Un grito poderoso alertó a su padre. Cuando abrió la puerta de la habitación le encontró en el suelo, la cama deshecha y unas estúpidas gafas de sol sobre la nariz.

- ¿Otra vez jugando a lo mismo? Algún día te vas a hacer daño de verdad.

Algún día, pensó, la cama sería cornisa, la lámpara sería sol y él cumpliría su sueño.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Carcelero

El carcelero prendió la llave y apretó el puño. La reclusa le miraba con ojos tiernos y un recuerdo en la pupila. Una lágrima recorrió el rostro y los dientes apretaron el aire. Allí dentro, por un delito de hurto y otro de estafa, más el agravante, dormiría su propia hija.

Se marchó, como cada noche, en espera de una condena, silbando una melodía de Antonio Molina. "La hija de Juan Simón".

Y mientras silbaba sonreía, débilmente, pero aliviado.

- Podría haber sido peor. - Repetía.

martes, 21 de agosto de 2018

Bordeando la ciudad

- Bordeando la ciudad están los sakuras. Algún día te llevaré a verlos.

Eran tiempos de promesas y besos. Buenos tiempos. Después de cada sueño volvían a su vida normal y regresaban al móvil cuando se veían en línea.

Ahora no había nadie bordeando la ciudad.

Los sakuras estaban solos, las flores marchitas y las ramas grises.

- Quizá en primavera. - Pensó en voz alta.

Buscó en el móvil y la vio en línea. Como cada madrugada, como cada tarde. Solo que ya no hablaba con él.

Tocó el robusto tronco y se colgó de una rama. Fue sólo un instante ¿Soga u olvido?

Ella seguía en línea. Otra vez. Pero esta vez, como la última, ya no estaba para él.

Se alejó en silencio y regresó la mirada para observar la rama.

Soga u olvido.

Adelante o atrás.

viernes, 10 de agosto de 2018

Da igual

- Da igual. - Dijo ella.
- No da igual. - Contestó él.

Y cuando le vio apagarse poco a poco hasta convertirse en un guiñapo, ella se dio cuenta de que ya nada le daba igual.

lunes, 30 de julio de 2018

No me rompas el corazon

- Por favor, no me rompas el corazón. - Suplicó él entre sollozos mientras veía como ella se marchaba para siempre.
- Lo siento, no puedo hacer otra cosa. - Y clavó la daga hasta el fondo en su costado izquierdo.

jueves, 26 de julio de 2018

Tus deseos

- ¿Qué has hecho? - Preguntó ella dejando caer el teléfono al suelo.

Temblaba, se ahogaba, lloraba.

- Sólo he cumplido tus deseos.

Entonces recordó la conversación. Todo había parecido tan trivial que no le había dado importancia. Se conocieron hacía seis meses, se besaron hace cinco y se hicieron el amor hace tres. Y desde entonces, cada jueves, acudían puntuales a su cita de habitación de hotel.

Aquel día ella le había dicho: "Quizá si mi marido no existiese tú y yo seríamos felices".

Y su marido ya no existía.

Y él, satisfecho por el deber cumplido, la observaba complacido.

- Sólo he cumplido tus deseos.

miércoles, 25 de julio de 2018

Si te vas

- Si te vas me ahogo. - Le dijo mientras movía la cabeza.

Las piernas y los brazos escayolados. La cadera sujeta a un cinturón.

Y ella, para ahorrarle el trámite, le puso una almohada sobre la cabeza.

martes, 24 de julio de 2018

Un problema

Un problema, le dijo a Houston. Tantas veces soñando, tantas veces jugando. Y ahí estaba, el problema. Todos los años encerrado en casa, en una biblioteca, en un garaje. Aprendiendo, experimentando, aprobando. Tantos años y ahí estaba el problema. Misión espacial cuatrocientos tres. Challenger ocho. Y él, como tantos, había soñado con estar allí. Como sus cuatro compañeros de tripulación. Y sin embargo, Houston tenemos un problema. Demasiado joven para morir, demasiado viejo, ahora sí, para seguir soñando.

lunes, 23 de julio de 2018

De este agua no beberé

"De este agua no beberé y este cura no es mi padre".
El tío Jacinto lo repetía una y otra vez.

Mi madre acudía a la iglesia a confesar cada día después de la última misa.

Mi padre no tenía los ojos del color del cielo.

Sólo había un hombre en el pueblo con unos ojos tan azules como los míos.

Al final bebí de la fuente.

En ese momento pasaba el párroco y me observó detenidamente con esos ojos que, como el cielo, refulgían con la luz del sol.

jueves, 19 de julio de 2018

La medicina del abuelo

- ¿Le has dado la medicina al abuelo?
- Voy, mamá.

Y Marta, obediente como la niña bien que era, tomaba el tapón del jarabe y lo rellenaba hasta la mitad. Cuando creía que nadie la escuchaba, sacaba la botella de lejía y administraba unas gotas. Y así cada día, poco a poco, muy despacio, iba viendo como se apagaba aquel viejo que, años atrás, se había atrevido a descubrirle la sexualidad.

Sólo tenía cuatro años.

- Bebe, hijo de puta. - Susurraba en voz muy baja mientras el abuelo sorbía el tapón del jarabe con los ojos muy abiertos y la boca casi cerrada.

Su madre, entretenida en la nueva telenovela, volvía a preguntar.

- ¿Le has dado la medicina al abuelo?
- Sí, mamá.

miércoles, 18 de julio de 2018

Un tipo fuerte

"Soy un tipo fuerte", repetía constantemente mientras apagaba un cigarrillo contra la pared. "Soy un
tipo fuerte". Las piernas cruzadas, la espalda apoyada, los hombros caídos. "Soy un tipo fuerte". La vio llegar a lo lejos. Fue a encender otro cigarro. Desisitió. Le temblaban las manos y él era un tipo fuerte. El tacón sobre la acera anunciaba un cataclismo, los dos besos silenciosos anunciaban el apocalipsis. Cuando se despidieron había olvidado su promesa y había huído de sus palabras. Sus lágrimas solo reflejaban la estampa de un tipo hundido.

martes, 17 de julio de 2018

Aquella noche

Todo era parecido a aquella noche, salvo que nada sería nunca como aquella noche. Las luces de neón, la música disco, las niñas bailando y los niños mirando como bobos. Uno de ellos, él, anonadado por la expresión artística de una morena que se movía con el ritmo de un ángel. Quiso acercarse, pero no pudo. Necesitó otra copa y, después, otra copa más. Sólo entonces se atrevió a acercarse y sólo entonces el destino le jugó su peor baza. Le sangró la nariz, de manera inconsciente, y mientras besaba aquellos labios de purpurina sentía un sabor a sal mezclado con saliva. No tardaron en separarse. Ella marchó abrumada y él quedó petrificado, pasando la lengua por los labios, rememorando un instante mágico.

Ella no había vuelto por allí, los neones seguían brillando y la música había evolucionado hacia una especie de tecno inabordable. Había más niñas, más niños y más copas, pero no había vuelto a besar a nadie. Sin embargo, cada vez que sentía la tentación de regresar atrás, golpeaba en seco su tabique nasal. Y entonces aparecía la sangre. Y entonces, sólo entonces, reaparecía el instante. El mundo se paraba, su pantalón se abultaba y la noche volvía a ser, durante unos minutos como aquella noche.

lunes, 16 de julio de 2018

El de los monos

- Date prisa que pronto me llama el cansino
- ¿Pero no te dijo que hoy descansábais?
- A saber, con este todo es posible. Lo mismo va por el río y ve un cocodrilo y le da por hacer el tonto otro rato.
- ¿Y para qué te necesita?
- Pues de palmera, para qué me va a querer.

En ese momento, una voz aguda retumbó entre los árboles.

"Aaaaaaaaa... aaaaaaaa. aaaaaaaaa".

- La madre que lo parió. Me voy.
- Joder, chita, de esta manera no forma de que echemos un polvo.

martes, 10 de julio de 2018

Entre silencios y sonrisas

Desde entonces papá ya nunca juega con él. Él pasa a saludarle todas las tardes, pero mamá le regaña cuando quiere jugar con la maquinita. Mientras sale, creer ver a papá despedirse con una sonrisa, pero con ese tubo en la boca le resulta imposible distinguir entre silencios y sonrisas.

lunes, 9 de julio de 2018

Una noche juntos

- Sólo te pido una noche juntos.
- ¿Y después?
- Después, una vida.
- ¿Y si no funciona?
- Será una vida en el recuerdo, igualmente.