viernes, 28 de febrero de 2020

Promesas de eternidad

Me queda un regusto amargo en la boca cada vez que lamo su cuello y se mezcla el sabor del sudor con el de la colonia. De vez en cuando saco los colmillos, pero me veo obligada a controlarme. Tranquila, me digo, recuerda que el último tipo al que prometiste una eternidad sigue esperándote en casa con las piernas sin afeitar, la barriga por debajo de la camiseta y viendo fútbol sin parar mientras come lombrices vivas y bebe sangre de vaca en botellines de cerveza.

martes, 25 de febrero de 2020

Cuerda floja

Temblamos cuando vimos sus manos sujetando aquel palo tan largo, cuando le vimos caminar de puntillas, sigiloso, mirando hacia el frente, cuando giró sobre sí mismo y reinició la maniobra. Temblamos porque nos temimos lo peor. Pero entonces se encendió la luz, el funambulista levantó los brazos y el silencio se convirtió en una tormenta de aplausos.

jueves, 20 de febrero de 2020

Guerra interna

Yo no la he escrito desde que me pidió que la dejase en paz. Ojalá supiese como se deja algo en paz cuando no hago más que vivir en guerra conmigo mismo.

lunes, 17 de febrero de 2020

El nombre de mi hermana

El nombre de mi hermana estaba escrito en la pared de la vieja fábrica y todos sabíamos lo que aquello significaba. Durante años, el dedo acusador se dedicaba a pintar, anónimo mediante, los nombres de los afectados en la pared desvencijada con un rotulador permanente. Esta vez papá no fue tan benevolente. Cuando vimos al cura entrar en camilla a la ambulancia me pregunté por qué creía en certezas y no en rumores. Mi hermana salvó el orgullo y yo, que aún sigo esperando mi nombre escrito en alguna pared, jamás salvaré la memoria.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Deriva

El último día de vacaciones alquiló una barca y pedaleó buscando un lugar para el recuerdo. Lejos, sobre la arena, le esperaba un pasado lleno de besos de buenas noches y desayunos de pan con mantequilla. La deriva le robó los besos y el mar le dejó en ayunas. Ella lloró dos meses. El tiempo que necesitó para darse cuenta de que la mantequilla y el champú duran más cuando estás sola. También para olvidar el instante en el que creyó verle subido en un yate. Tenía una sonrisa nueva y una rubia que le daba besos a media tarde.

jueves, 6 de febrero de 2020

Mar de fondo

Tengo pensado hacer varios peces de colores con los recortes de papel que hay en la papelera. El mar será el cristal y en los días claros observaremos como bailan sobre el fondo azul. Así, cuando Carlos caiga por la ventana y de con su cabeza en el fondo, podré decir a mis padres que deberían habernos enseñado a nadar.