martes, 20 de abril de 2021

Un paso adelante

Lo de los panfletos y las proclamas está muy bien. Joder, lo de montar gresca mola bastante; te tapas la cara, quemas unas cuantas papeleras y provocas a los maderos para jugar a los encierros con ellos. Ole, ole y ole. Pero lo de la pistola ya es otra historia. Que sí, que ir al monte a probar la puntería con cuatro latas viejas es mazo divertido, pero lo de ir con ella en la cintura, esperando a que un tipo que no conoces salga de su casa para descerrajarle dos tiros en la nuca, pues mira, eso como que no. Así que les digo que si quieren sigo montando jaleo, quemando papeleras y jugando a los sanfermines con esos toros cuyos cuernos tiene forma de porra de caucho, pero que lo de matar, pues que quieres que te diga, que mejor se lo dejo al Cojo, que nunca ha sido mucho de ir a manifas pero lo de matar pajarillos con la escopeta de perdigones se le daba de puta madre. Seguro que lo entienden, hombre. Aunque por esa cara que me pone el jefe cuando me pide que le devuelva el arma, mira tú, no estoy yo muy seguro del todo.

martes, 6 de abril de 2021

Adrenalina

Se escucha ese «pi» infinito, tan irracional, tan interminable, tan frustrante. Tan de radiotransmisor estropeado. Desconozco las distancias, desconozco los tiempos. Los oídos son un cuartel de infantería en pleno desfile, pero lo peor está en la cabeza, allí retumban tambores y sobrevienen huracanes. La velocidad, constante y adecuada, consigue que algunos de mis sentidos sigan entregados a la misión. La vista al frente, la lengua seca y el aire comprimido a punto de liquidarme. Sólo cuando consigo adelantar al último coche siento como la piel se me eriza por completo.