miércoles, 6 de abril de 2011

El socorrista

El sol pegaba con fuerza, la camiseta descansaba sobre el respaldo y los músculos lucían firmes frente a los bañistas. La bandera verde ondeaba al viento y las gafas de sol le permitían observar con disimulo los esculturales cuerpos de las europeas del norte. Le dijeron que aquel curso de la Cruz Roja le abriría las puertas a un verano inolvidable; sol, glamour, chicas y éxito. Se le daba bien nadar, se le daban bien los primeros auxilios y se le daba bien el extenderse la crema bronceadora por el cuerpo. Levantó las gafas para observar a la rubia que le había dedicado un piropo, bajó de la silla de vigilancia y la tomó por la cintura. Aquella era la vida que siempre había soñado. Quizá, en el cambio de turno, tuviese un momento para darle un par de azotes en la intimidad. Se acercó otra rubia, y otra morena. A cada cual mejor. Extendió su mejor sonrisa e intentó disimular el bulto por debajo de su bañador. Agarró cinturas y repartió besos en las mejillas. Se escuchó un grito. Corrió. Se lanzó al mar y buscó al niño que se había perdido bajo el agua. Nada. Sintió un escalofrío, sus músculos se destensaron y el bulto bajo el bañador se convirtió en un escondite hacia la garganta. Llegaron refuerzos y hallaron el cadáver. Se le daba bien nadar y se le daban bien los primeros auxilios, pero no había podido demostrar sus habilidades por no haber llegado a tiempo. Se le daba bien el extenderse la crema bronceadora por el cuerpo, aunque supo que ya no lo haría más en lo que quedaba de verano. Debería acudir a clases de atención profesional. Aquel agosto no dejó más chicas, ni más sol, ni más sonrisas. Solamente un amargo recuerdo y una esquirla que permanecería en la conciencia durante el resto de su vida.

1 comentario:

lili dijo...

Muchos/as socorristas, se creen k esto no les va a pasar esto, simplemente lo ven como un escaparate para lucir sus cuerpazos de escandalos. Tiene que ser una situacion angustiosa la que se vive en ese momento y sin duda no se puede borrar de sus cabezas o corazones, el como actuar lo que se puede hacer..., una pena que cada verano aparezca algun caso de estos