jueves, 20 de septiembre de 2018

Sin freno

- Echa el freno. - Le rogó.

Pero él continuó a toda velocidad. Las palabras se cruzaron, los vocablos se acercaron, el aliento se convirtió en dióxido.

Y entonces llegó el tortazo.

- Te lo advertí. - Dijo ella.

Y él se frotó la cara, dolorido, sabiendo que algún día debería dejar de pisar el acelerador.

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