lunes, 16 de diciembre de 2024
Los niños
jueves, 21 de noviembre de 2024
El legado
Aquí estoy otra vez; colmado de honores después del último éxito, contando los billetes que me proporcionó el último premio y buscando un rato libre en la agenda para poder pasar un día con mis hijos en el parque de atracciones. Todo lo que me prometiste se está cumpliendo ¿Recuerdas? Tú pones el talento y yo te ofrezco un legado. Ya son seis años a tu lado y es la sexta vez que te escribo el mismo e-mail. Ya sé que me dirás que esto del bloqueo es pasajero, que seguro se cruzará una nube y su forma dará origen a una idea y que me sentaré de nuevo enfrente del ordenador y no cesaré de teclear hasta que escriba la palabra “Fin”, pero es que esta vez te lo digo en serio.
Cuando leíste el borrador de la última novela estuvimos una semana y media discutiendo. Tú no entendías que me hubiese cargado al protagonista y yo no entendía que tú no comprendieses la necesidad que tenía de quitarme de encima a aquel maldito pedante. Tú querías una saga y yo lo zanjé con una trilogía. Le hubiese matado en el segundo libro, pero el primero tuvo tanto éxito que opté por la codicia en lugar de la necesidad.
Y ahora que me siento liberado te escribo para decirte que no habrá una sexta novela, que me he cansado de imaginar una vida que jamás podré vivir y que he decidido planear una nueva que ahora puedo permitirme. Me llevaré a mi familia lejos, disfrutaré atardeceres distintos y me lanzaré por acantilados peligrosos. Y quizá algún día, si encuentro a una editora que me compre verdades, mandaré la fama al carajo y publicaré mi historia sin ningún tipo de imposición.
Y ese será mi verdadero legado.
Fin.
miércoles, 30 de octubre de 2024
Ángeles
miércoles, 9 de octubre de 2024
Choque de trenes
Es pedante, arrogante, insoportable y con un punto chulesco que provoca rechazo hasta el inicio de su descripción, pero qué queréis que os diga, a mí me cae bien. Ha deshecho tantas camas y bajado tantas escaleras que ni él mismo es capaz de recordar el primer escarceo por más que se empeñe en tratar de olvidar el último. Porque ella es dulce, generosa, emprendedora y, sobre todo, tiene ese punto de carisma literario que provoca la necesidad imperiosa de una nueva línea y la obligación moral de una nueva página.
¿Cómo conseguir que este choque de trenes no termine con un descarrilamiento? Lo que realmente deseo es que ella sea libre, viaje, sueñe y vuele sin fronteras mientras que él siga rompiendo corazones al tiempo que cose el suyo con el hilo del olvido y rasga su voz con la tijera del desdén. Mientras ambos fingen felicidad irán encontrando su lugar en el mundo a partir de un último beso en una terminal de aeropuerto vacía junto a una maleta cargada de reproches.
Pero es una novela romántica, me recuerda la editora. Hubo un día en el que le dio por abrir mis elucubraciones en la red y, después de un cruce de correos electrónicos, me propuso un trato; tú me escribes una novela de amor y yo te hago rico. Así que, por un puñado de euros, voy a vender mi dignidad a una docena de adolescentes que, con la lágrima en el rabillo del ojo y el deseo en la punta de la lengua, estarán deseando vivir su final feliz en una última escena en la que el avión vuela sobre sus cabezas y ellos regresan al mundo sin maleta, sin sueños y sin demasiados reproches.
miércoles, 18 de septiembre de 2024
Cuenta atrás
martes, 27 de agosto de 2024
En el país de los ciegos
- ¿Qué tal mil euros?
El tuerto le miraba con cierta condescendencia y él contó, mentalmente,
las cosas que podría comprar con ese dinero. No sabía a qué ojo de su
interlocutor mirar y eso le confundía soberanamente. Leche, huevos, carne y
alguna verdura. Podría dar de comer a mi familia durante unos meses y, quien
sabe, quizá cuando me recupere pueda encontrar un trabajo. Seguro que había
alguien dispuesto a cobrar su ayuda por incapacidad.
-
De acuerdo. – Contestó.
Desde que habían
hecho el primer trasplante de ojo, habían sido muchos los ciegos que habían
buscado un ojo sano con el que poder descubrir los colores del mundo. Pero
aquel tipo no quería ser rey, sino emperador.
Ahora por fin sabía qué costaba un ojo de la cara.
martes, 6 de agosto de 2024
Rojo
domingo, 23 de junio de 2024
Culpa
La preocupación es una bomba con cuenta atrás instalada en el córtex, una portería descubierta esperando un gol que nunca llega. El error es una probabilidad y en la incertidumbre reside el miedo atroz que me impide respirar con normalidad. Un incendio sobrevuela mi cabeza, los nervios, afilados e hirientes, son llamaradas de espanto que nacen en el pecho y explotan sobre los ojos. Podría llamar la atención del mundo si fuese capaz de escenificar mi tormenta, pero no hay lluvia que apague el incendio ni trueno que pida socorro. Camino hacia la incertidumbre, el filo de un precipicio espera la llegada de mis pasos mientras mis pies deja huellas invisibles que sólo yo soy capaz de vislumbrar. Pero de nada sirve mirar atrás porque ya no volverán los buenos tiempos, no fuí capaz de sonreír cuando pude y ahora que el daño es irreversible y el presente sólo es pasado, no hay bombero que apague esta explosión de recuerdos. Moriré solo y seré cenizas que surcarán el aire pidiendo perdón. Quizá si una mota de mi cuerpo aterrice sobre tu piel y serás capaz de perdonarme. Sólo el llanto por lo no vivido nos evita ser pasto del olvido.
jueves, 30 de mayo de 2024
Adiós
-
La promesa recordada, no es más que lo que creíste.
-
¿Entonces por qué la luz apagada? ¿Por qué los besos que me diste ahora
no saben a nada?
-
Porque no eres lo que fuiste y no volverá la mirada que tantas veces
repetiste.
-
Te miré por un poema y no era un tema banal. Me hiciste aprender el mal y
entonces no había problema ¿Por qué ahora no es igual?
-
Porque el final del dilema no es más que una señal de que si tocas la
moral te quema, así que cambiemos de tema.
-
¿Te crees que esquivando el fonema ya no serás inmortal?
-
Tan sólo buscaba una razón por la que ser recordado.
-
Te equivocaste de situación, ahora serás olvidado.
-
¡No pares mi corazón!
-
¿Acaso te importó el mío cuando te diste al libre albedrío?
-
Eras un lugar sombrío y a tu lado sentí el frío.
-
¡Tú me encerraste en tu caserío! Si querías otra sensación ¿Por qué no la
buscaste a mi lado?
-
Porque los versos ajados, más que remota ilusión, sólo son ritos pasados
que no bailan a mi son.
-
¿Y ahora me pides perdón?
-
Me di cuenta de repente de que uno y uno sí son dos.
-
Ahora es tarde y el pasado no es presente.
-
Deja que de nuevo lo intente; hoy escribo para vos.
-
Lo siento, pasa la vez al siguiente, yo ahora te digo adiós y lo hago
mirando al frente.
-
¿Cuándo dejé de ser tu Dios?
-
En el momento en que fui consciente que en mis accesos de tos, jamás te
tendría enfrente.
-
Me perderé entre la gente. Adiós, nuevamente.
-
Adiós, definitivamente.
lunes, 6 de mayo de 2024
Una camiseta limpia
Podrían confundirla con la de papá así que ponte un abrigo y que nadie vea la camiseta con el logotipo de la empresa de gas manchada de sangre. Mañana la limpiaremos y le diremos a papá que sigue en el cubo de la ropa sucia, al fin y al cabo, para hacer sus instalaciones no hace falta que lleve una camiseta limpia todos los días.
miércoles, 24 de abril de 2024
Jaque mate
Por eso ha reforzado
los flancos; asomado a la torre ha enarbolado la bandera y ha jaleado el valor
de sus peones, a quienes ha visto avanzar como mártires hacia un lugar donde el
peligro es tan certero como alentador. Cuando les perdió de vista se enrocó con
el rey para ver mejor el punto de partida de los alfiles y seguidamente se
montó en un caballo para cabalgar, haciendo eles, por los lugares más seguros
del campo de batalla.
Ahora aconseja a la
reina para el último ataque y su encuentro con el rey negro. La inercia le ha
conducido a una situación de ventaja donde los últimos movimientos pasan por
ser atacado a la desesperada por el alfil comandante. Pero aquello también lo
ha previsto. El ruido de sables, chocando entre sí le obliga a estar atento al
flanco derecho de la batalla, allí, un rey acorralado se mueve despacio
intentando salvar la vida y, sobre todo, la dignidad.
Está a punto de clavar su espada y cantar victoria cuando se siente apuñalado por la espalda víctima de un peón aislado y un caballo que creía inutilizado. De repente se derrumba el castillo, los caballos se encabritan y la reina cae herida de muerte. Obligado a retroceder intenta pactar una tregua, pero es demasiado tarde. Mientras su rey blanco agoniza, él siente que ha perdido el honor y el respeto. Su cabeza se queda en silencio mientras en el salón atruenan los aplausos. El rey ha muerto. Viva el rey.
jueves, 18 de abril de 2024
Iguales
La marea de gente camina en sentido opuesto a la caída del sol, una madre camina de la mano de un niña que trata de entender sentido de la manifestación.
-
Mamá ¿Esto sirve para algo?
-
Cualquier grito sirve más que el silencio.
-
¿Pero no somos todos iguales?
-
Existen algunos detalles que nos sitúan un paso por detrás sólo por el
hecho de ser mujeres.
-
La abuela me contó que ella no pudo estudiar por ser mujer, que no pudo
tener una cuenta en el banco y no podía ir sola a tomarse una cerveza.
-
Cierto.
-
Pero tú sí has estudiado, tienes tus propios ahorros y puedes salir sola
a cualquier lugar. Incluso te pudiste divorciar de papá.
-
La carrera no se acaba cuando un corredor alcanza la mitad del recorrido.
-
¿Y dónde está la meta?
-
Muy lejos aún. En los actos deportivos, las azafatas son chicas
cosificadas por el hecho de ser guapas. Si te acuestas con varios chicos no
dirán que te gusta disfrutar de tu cuerpo sino que eres una cualquiera. Cuando
tengas un hijo te verás moralmente obligada a ser tú quien pida la reducción de
jornada porque cuidar un bebé es cosa de madres. Hay días en los que he sentido
miedo al volver a casa sola y es un miedo inherente a ser mujer. Si además
llevo una minifalda, estoy pidiendo guerra y, aunque diga que no, para parte de
la sociedad ya es un sí.
-
¿De verdad no te dieron el ascenso por ser mujer?
-
No me lo dieron por ser madre, porque me quita involucración laboral,
según ellos.
-
Entonces la meta aún nos queda muy lejos.
Y se perdieron entre la gente reivindicando su derecho legítimo a ser iguales.
jueves, 11 de abril de 2024
El olvido
viernes, 15 de marzo de 2024
De perdidos al río
Dándole vueltas al último contrato de la luz colocó el papel con las letras boca abajo y la fecha convirtiéndose en encabezado, dobló la esquina y desapareció el año, dobló un tercio y desapareció el logotipo, continuó doblando hasta que algo parecido a un avión apareció en sus manos. Cuando lo lanzó por la ventana fue lo más cerca que estuvo de ver desaparecer el mundo mientras la nevera seguía enfriando las cervezas y el contador seguiría girando mientras el botellín se posaba en sus labios y el viento arrastraba hacia el olvido un diminuto avioncito de papel.
lunes, 4 de marzo de 2024
El jardín
jueves, 15 de febrero de 2024
Baile de máscaras
Vestía un elegante
traje de seda, camisa volanteada y, rematando el tenue maquillaje, una bella
máscara decorada con motivos dorados. Sus ojos negros escrutaban el canal mientras
caminaba hacia Rialto y repasaba cada uno de los pasos que habría de dar en el
baile.
-
¿Carlo?
Una voz desconocida llamó
su atención.
-
¿Nos conocemos?
-
Deberíamos, quizá.
-
¿Con quién tengo el honor de hablar?
Tras el refinado
traje de terciopelo y la máscara de plata, se encontraba una sonrisa brillante,
unos hipnóticos ojos azules y una sonrisa blanca y amenazadora.
-
Soy el tipo que convertirá el baile en histórico.
-
¿El anfitrión?
-
No exactamente.
-
¿Un cicerone?
-
Te vas acercando.
-
Un galán, supongo.
-
La suposición es el juego que conduce a la adivinación.
Una marea de gente
atestó el pasadizo. Tras un pestañeo, Carlo seguía allí, pero el caballero
había desparecido.
Se había olvidado de
él mientras bailaba con Olivia y cruzaba su mirada con las decenas de máscaras
que giraban a su alrededor. Palpó su cintura y sintió como sus cuerpos se
separaban un centímetro, justo la distancia que se desvió la mirada de su
prometida.
lunes, 12 de febrero de 2024
miércoles, 31 de enero de 2024
Cuadernos de tapa dura
Ahora, en la librería del pueblo.
El alcalde toma la
palabra.
-
Siento decirles que doña Carmen Tolada nos envió un telegrama para decir
que tenía asuntos pendientes que resolver y no estará presente en la charla anunciada.
Hace diez minutos, en
un sótano.
Mar mira a los ojos
de la escritora, atada de pies y manos.
- Quien me iba a decir, Carmen, que algún día visitarías mi pueblo. La gran
escritora de visita en mitad de ninguna parte. No me mire así ¿Acaso no me
recuerda? Claro que lo hace, pero debe estar tan sorprendida como lo he estado
yo durante todos estos años.
Hace tres años, sobre
un escenario.
Carmen recoge el
premio a la mejor novela del año.
- Es todo un honor recoger este premio y toda una satisfacción que el
trabajo de tantos años haya terminado dando su frutos. Gracias al jurado por su
decisión y a ustedes por su reconocimiento.
Hace cinco años,
sentada frente a un teclado y una pantalla en blanco.
Una treintañera con ínfulas
se enfrenta a su reto más personal. Teclea sin parar las palabras escritas en
los cuadernos que posan sobre la mesa.
“El día que conocí a
Telmo, fue el comienzo de una edad inesperada…”.
Hace seis años, en
una cafetería del centro.
Carmen, aburrida
contable sin aspiraciones, observa a la joven que deposita unas monedas sobre
la mesa y se marcha con prisa sin reparar en la mochila que ha dejado colgada
en el respaldo de la silla.
lunes, 29 de enero de 2024
La escopeta
Antonio siempre ha
tenido el don de captar la atención de las personas, es como un imán capaz de
atraer miradas y conquistar oídos. En corro, las chicas del instituto, se
arremolinaban a su alrededor viéndole contar la historia del día en que un
extraño nos quiso abordar de noche en medio del bosque.
-
Este y yo. – Me señalaba. – Habíamos acampado en un lugar perfecto, junto
al río y nos contábamos historias de miedo sentados junto a la hoguera.
Eso había sido hacía demasiados
años, aunque temía que terminase contando el motivo por el que aún no lo
habíamos olvidado. El resto de ex compañeros bebían cerveza y bailaban como
patos bajo el cartel que anunciaba la reunión de antiguos alumnos.
-
Al principio creíamos que era un animal, pero era un hombre con una
escopeta de caza.
Les contó que nos
apuntó a la cabeza y nos pidió todo lo que lleváramos, aunque la verdad es que
el tipo se había extraviado y tan sólo buscaba ayuda para salir de allí. Lo
supimos después de haberle dado una paliza y amenazarle con su propia escopeta.
- Cuando se dio cuenta de que estaba descargada salió corriendo y le
perseguimos hasta que le vimos desaparecer. Fue la hostia ¿Verdad?
Es la primera vez que
me mira en la última media hora.
-
Verdad. – Contesto complaciente.
Las chicas se
dispersan por distintos lugares y Antonio se queda en un rincón recordando
viejos tiempos con la mano metida bajo la falda de Andrea.
Es su manera de
olvidar que, junto al río del bosque negro, hay un tipo enterrado a tres metros
del suelo al que su familia dejó de buscar hace más de cinco años.