Se me acumulan los garbanzos sin el piquito, porque son los que mejor ruedan,
mientras sigo estirando el tapiz y espero su llegada para empezar el
campeonato. “Antes jugamos un partido de chapas que darte un beso”, me dijo.
Como sus labios son de otro, espero que el partido, al menos, sea mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario