viernes, 20 de marzo de 2020

Sed matutina


Ya tengo los pies fríos por dormir desarropado; es una batalla continua lo de tirar del edredón cada noche de doce a tres. De tres a siete vuelvo a arroparme y busco con el brazo su lado de la cama. Se ha vuelto a levantar a beber agua. Cuando regresa, el despertador suena y yo me levanto con los pies calientes. Cuando sale de la ducha camina en albornoz para abrir el grifo de la cocina. “Otra vez tienes sed”. Ella sonríe a medias, hasta que escucha la puerta del vecino y bebe un trago largo para disimular el sonrojo.

No hay comentarios: