jueves, 8 de noviembre de 2018

Donde no habita el miedo

Miraba cada mañana a la alambrada con ojos de esperanza.

- La libertad es un lugar donde no habita el miedo.

Durante los siguientes veinte años, escuchó la misma frase de la boca de su compañero de celda.

Entre medias hubo vejaciones, palizas, sueños rotos y noches de enfermedad. Miedo, mucho miedo. Allí dentro no existía un lugar llamado libertad.

Pero cuando le firmaron el documento que le acreditaba como un hombre libre, miró hacia atrás y rememoró todas las cosas buenas; los compañeros, los talleres, los partidos de fútbol, los cigarrillos al anochecer. Y entonces, en el momento de comprobar que tenía miedo a cruzar la puerta de salida, descubrió que allí afuera tampoco existía un lugar llamado libertad.

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