miércoles, 4 de marzo de 2009

Como un niño con zapatos nuevos

Cuando sintió el rugido del motor por primera vez casi siente el placer del éxtasis en su grado más extremo. Su coche, recién tuneado y acoplado para comerse el mundo, surcaba las calles de la ciudad a cien por hora sin semáforo ni stop que pudiera detener su ímpetu de gloria. A cada intermitencia del carril contrario respondía con un acelerón marca de la casa y a cada adelantamiento por la derecha le ponía el sello de un rugido especial nacido desde su garganta.

Se sentía como un niño con zapatos nuevos; equipo surround, dos tubos de escape, motor trucado y dieciseis válvulas para conquistar el camino de cada gramo de asfalto del continente. Probó su pericia una vez más y jugó consigo mismo a llegar al final de la calle antes que el pijo que conducía su todoterreno delante de sus narices. Le adelantó por la derecha y, para jugarse más el tipo, cambió tres veces de carril para culminar en un zig zag dos adelantamientos más. Volvió a vitorearse envalentonado por la euforia.

Llegó a su barrio para aparcar haciendo ruedas y accionó el cierre con el mando a distancia. Subió las escaleras extasiado por la adrenalina y deseó que llegara un nuevo amanecer para partir rumbo a ninguna parte y demostrarle al mundo quien era el amo de la carretera. En el cajón dejó las llaves y, sobre la mesita del comedor, la carta de despido que, unas horas antes, le había dado su jefe. En aquel momento no encotró manera de lamentar una ausencia de fuente de ingresos que le permitiese seguir comiendo; el subsidio le daría para seguir dando de beber al coche y para continuar pincelando cada uno de sus rincones. Para él, la felicidad se alejaba de lo convencional y se acercaba a lo insignifcante; dos tubos, un motor trucado y dieciséis válvulas. Buscarse la vida era cuestión de seguir pisando el acelerador.

3 comentarios:

lili dijo...

ya dejara de pisar el acelerador cuando compruebe que cada vez que pisa ese pequeño pedal le va a chupar los pocos ingresos que tenga. De que t sirve tener un coche bonito, tan tuneado, para que?? para jugarse la vida diariamente y lo que es peor jugar con la vida de los demás, porque esos zig zags, solo pueden terminar en una cosa....CRASH!!!
RESPONSABILIDAD AL VOLANTE!!!

Anónimo dijo...

Joder Lili, como te tomas a pecho mis historias.

Sagra dijo...

Ponerse al volante en realidad es algo serio pero bueno, que hay mucho tonto de éstos sueltos por ahí, ellos verán.
Besotes