jueves, 12 de febrero de 2009

El beso

Cuando por fin consiguió besarla, se aferró a sus caderas con la voracidad que impone el deseo incontrolable. Sintió el calor de sus labios y quiso creer que no estaba perdido en la vorágine de un sueño. Tanto tiempo luchando por alcanzar aquella cumbre y, cuando por fin consiguió su propósito, sintió que el mundo quedaba detenido bajo sus pies.

Suele ocurrir que, cuando se idealiza algo por encima de las prestaciones reales, la caída al vacío sea, por imprevista, mucho más dura de lo imaginado. Desde la primera vez que la vio, supo que aquel cuerpo amanecería junto a él cualquier mañana de domingo. Cuando por fin compartió su aliento con el de ella, comprobó que el fuego se apagó de repente con el primer soplido. Tantos pasos recorridos para no encontrar nada al final del sendero. Continuó besándola durante unos minutos antes de idear una disculpa y buscar en el limbo un nuevo sueño con nombre de mujer. Cuando despegó sus labios por última vez, supo que aquella tampoco sería la mujer de su vida.

2 comentarios:

Sagra dijo...

Ups, pues que quiere este hombre? éstos son de los típicos que eligen y seleccionan tanto que luego se quedan para vestir santos. Besotes

lili dijo...

Aqui le viene al pelo la cnacion de alejandro sanz y si fuera ella? este no sabe lo que quiere joer, pero desde luego las caidas al vacio esas duelen bastante. Si es que el amor no hay que idealizarlo, que luego llegan los desengaños como le ha pasado a este. Bss