Se va a estrellar, decían los nostálgicos. No va a llegar a los cien días, decían los soñadores. Le quedan dos
telediarios, decían los escépticos. Y el presidente Suárez encendía un cigarro tras otro esperando al meteorito mientras en la calle el pueblo hablaba, la libertad no tenía ira y una señora llamada Constitución iba tomando forma dentro de un cuarto oscuro.
¿Qué podemos esperar?
Hace 1 mes
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