Y pagar la entrada para acceder a ella y saber qué
es lo que piensa. Pagaría mi sueldo por descubrir su mundo interior, bucear en
su cabeza y saber qué concierto suena allí dentro cuando permanece callada. Porque ella sólo sabe contestar “tú sabras” cuando le pregunto si le pasa algo ¿Y yo
qué voy a saber si llevo todo el día con mis amigos? Al final voy a agradecer
que lleguen los días de partido. Jugar, beber, reír y desear no llegar a casa
para no ser víctima de este incómodo silencio.
Arrasados
Hace 1 día
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