jueves, 15 de septiembre de 2022

Helado

Quizás sea mejor no llevarles la contraria cuando me digan que estoy castigado. Me lo advirtió Esteban el día que regresó al centro vestido de azul y ellos le encontraron debajo de mi cama temblando. “Estás helado”, dijeron. Pero yo descubrí el miedo en su voz cuando les aseguraba que no había visto nada. Después vinieron por mí. Me habían preparado el mismo cuarto y en el armario permanecían las camisetas azules. Me dijeron que Esteban se había marchado, y yo decidí creerles, porque anoche, cuando pasaron para comprobar si dormía, también vi sus ojos brillar con un amarillo intenso.

No hay comentarios: