El ruido de un tiroteo consiguió animarles de nuevo, pero la emoción se fue apagando a medida que los chicos volvían al baile y los bostezos volvían al sofá. Lo habían probado todo; alcohol, drogas, gente guapa, sexo e incluso un abuso, pero aquello seguía sin funcionar. Por eso recurrieron al boxeo primero, a las armas blancas después y, finalmente, a las armas de fuego. Tres chicas habían sido violadas y dos chicos habían muerto, pero aquello ya no lo levantaba ni Dios. “Meted los leones en la casa”, dijo el productor. “Y si tampoco funciona, cancelamos el programa”.
Arrasados
Hace 4 días
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