martes, 21 de diciembre de 2021

Si hubiese leído el cuento

A quien no entiendo es a él, siempre sentado junto al charco, leyendo ese inservible libro de magia y mirando al agua mientras yo salto delante de sus narices para llamar su atención. Pero nada, ahí sigue, con el libro y esa rama que encontró en el bosque, intentando conjurar algún hechizo. Si hubiese comprado un libro de cuentos, sabría que no le haría falta utilizar esa estúpida varita y que con un beso yo dejaría de ser un sapo y él dejaría de ser un aprendiz de mago.

No hay comentarios: