Su incontrolable afición por los viajecitos interplanetarios me ha causado trastornos en el sueño. Que no es capaz de aprenderse los husos horarios, dice. A ver si cuando vuelva se aprende el camino desde la casa de su madre hasta el puerto espacial. Y a ver si a ella también la llama tres veces cada noche para decirle que se le ha olvidado echarle calcetines negros y no puede ir a la cena con el ministro de comercio de Praxímeton.
Arrasados
Hace 4 días
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