Que vengan por fin a rescatarte de este paraíso artificial donde la aguja es le montura de un caballo que te transporta a un mundo inexistente. Porque mientras galopas y esa sonrisa que se dibuja en tu cara se convierte en un cuadro abstracto, sabes de sobra que el viaje terminará en una caída y al final del abismo seguirá sin haber nadie porque yo ya me he cansado de tener tendida mi lona. Buena suerte y espérame muchos años en el otro paraíso al que no tardarás en llegar.
Arrasados
Hace 5 días
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