martes, 26 de marzo de 2019

El fin del mundo

No entiendo esa necesidad de conquista que tienen estos hombres. Si al final siempre llegan allí, cortan unas cuantas cabezas, arramplan con todo lo que brilla, se beben toda la cerveza y abusan de varias mujeres para dejarlas encintas de hijos que jamás volverán a ver. Deberían ser más prácticos; trabajar su tierra, fortificar sus ciudades y dejar de adorar de una vez a todos esos dioses que nos les incitan más que a la guerra y el infortunio ¿Acaso creen de verdad que un Dios se sentará con ellos a brindar? Pobres descreídos. Yo les traigo un nuevo razonamiento; culto, castidad, trabajo y silencio. Y sangre, si no son capaces de aceptarlo. Así ya acabamos con Roma y con todos los bárbaros que la invadieron. Así acabaremos también con estos vikingos y seguiremos terminando con el mundo hasta que esas tierras del este sepan, de verdad, quien es su verdadero Dios.

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