lunes, 2 de julio de 2018

Un bocadillo de atún

El abusón de González le quitaba siempre el bocadillo en la hora del recreo. "Ya no más", pensó Juanito. Y al día siguiente, antes de que su madre lo envolviese le pidió echar un último vistazo. Entre la miga escondió media docena de pequeños clavos y, sobre el atún, estornudó con ganas dejando caer el gargajo. "¿Te has constipado?" "Un poco, mamá" "Abrígate". González cogió el bocadillo y lo abrió con cara de asco. "No me gusta el atún". Y se obligó a comerlo en silencio, mientras el bruto le observaba.
La profesora pasó lista y preguntó por Juanito. "Está en el hospital", contestó una voz. Y mientras, González, buscaba con la mirada un chico nuevo al que poder quitarle el bocadillo.
"Espero que no se le ocurra traerlo de atún".

No hay comentarios: