Y además nos hace daño
porque tiene esa manía de correr mientras nos lleva de la mano al colegio.
Nunca salimos tarde, pero ella se empeña una y otra vez en estar en la puerta a
las ocho en punto. Hoy he girado otra vez la cabeza con disimulo y la he vuelto
a ver con ese hombre. Hace tiempo que hablan durante un minuto y, después, cada
uno se marcha por un lado. Luego llego a casa y siempre tengo que recoger la
jeringuilla que hay encima de su cama. Ojalá papá vuelva pronto de comprar
tabaco.
Protocolo Gerard López (por Miguel Gutiérrez)
Hace 16 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario