- Era mi obligación.
- Su obligación nunca debe ser provocar la muerte de nadie, incluso si es un recién nacido. Sabe que existen otras alternativas.
- No tenía alternativa.
- La sospechosa se levanta la camiseta y muestra una señal en su vientre. Se trata de una cruz invertida.
- No recuerdo haberme quedado embarazada.
- Siempre hay un acto que lo corrobora.
- Eso le quería decir, en ningún momento tuve contacto con un hombre durante los últimos dos años.
- Sabe que lo que me cuenta no es posible.
- Soñé con él
- ¿Con el bebé?
- Sí. Y no le gustaría saber qué me dijo.
- No estoy aquí para interpretar sueños sino para obtener respuestas.
- Nos va a matar a todos.
- No lo veo muy factible.
- ¿Qué hicieron con él?
- Está a salvo en un hospital.
Se escucha un revuelo. La puerta se abre. Los ojos se abren y la garganta se enciende.
- Hay un incendio terrible en el Hospital Comarcal.
La puerta se cierra. Las voces viajan y el silencio se adueña de la sala.
- Se lo dije.
El inspector se levanta y la mujer le sigue con la mirada sabiendo que, posiblemente, esa sea la última vez que le vea con vida.
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