lunes, 14 de septiembre de 2020

El listo del atasco

Los intermitentes de adorno, la jeta más grande que la espalda, la vergüenza perdida desde que naciste.


Eres un desgraciado y un maleducado. Pero nada, ahí vas. Ahí sigues metiendo el morro para incorporarte a última hora mientras yo llevo veinte puñeteros minutos en la incorporación. Veinte puñeteros minutos esperando el momento de incorporarme a la nacional mientras tú llegas con tu carita de niño pijo y tu coche caro a meterte a última hora. Un sinvergüenza más. Por culpa de hijos de puta como tú los demás tenemos que andar esperando durante minutos a riesgo de llegar tarde a nuestro puesto de trabajo.

Y encima me tocas el claxon. Encima te haces el ofendido. Pues por mis cojones que no pasas. Pero ¿Serás cabrón? Hala, venga. Y te has metido. Vaya si te has metido ¿Qué haces payaso? Una peineta ¿Me estás sacando el dedo corazón? Pues nada, otro día que no voy a trabajar. Me va a dar igual. Te vas a cagar.

Te sigo, te sigo aunque me tenga que meter por caminos imposibles. Aunque no creo que lo haga, seguro que vives en alguna urbanización pija o eres ejecutivo en un edificio de cristal. Una rotonda, dos, un giro, un recta y aparcas. Bien, aparcas en la calle. No eres tanto entonces si no tienes una plaza de parking. Sólo un pelota rastrero con ínfulas que se cree alguien y no llega a nada. Me acerco deprisa, tú no has reparado en mí, cómo ibas a imaginar que el tipo al que has tocado el claxon te iba a seguir hasta la puerta de tu trabajo. Si no te habías fijado ni en mi coche como te ibas a fijar en mi cara.

Toma, una hostia. Y otra, y otra, y otra, y otra más. Ahí te quedas sangrando, por gilipollas, y ahora me voy a mi puesto de trabajo. Más a gusto que un arbusto. Más feliz que una perdiz. A la próxima vuelves y te cuelas. A lo próxima vuelves y tocas el claxon. So payaso.

Pues claro que volverás a hacerlo, pienso mientras te veo tomar un desvío diferente al mío. Volverás a hacerlo y yo volveré a maldecirte mientras imagino como te sigo hasta la puerta de tu trabajo y te inflo a hostias. Pero ¿Cómo voy a hacerlo? Si soy un mierda que sólo se protege con la imaginación y si soy un paria que no puede perder su puesto de trabajo.

No hay comentarios: