lunes, 2 de noviembre de 2015

Frente al espejo

No pudo evitar mirar de reojo la puerta del apartamento, le pareció ver una sombra ¿O quizá era un reflejo? Sonó el teléfono y cuando fue a contestar comprobó que lo había dejado descolgado. Escuchó un murmullo en la habitación y vio la cama vacía. Sobre el estante del salón había dos trofeos; “Campeón del mundo”. Cerró los ojos y subió al ring. El aire zarandeó la barandilla del balcón y escuchó la campana. Se quitó la bata y golpeó el espejo. El rival se rompió en mil pedazos y apuró de un trago la botella de güisqui.

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