miércoles, 23 de septiembre de 2015

El jarabe


Tal vez si hubiera preguntado dónde estaban las medicinas le hubiese indicado como abrir el tercer cajón del mueble. Fue gracioso verle buscar por la despensa y coger el frasco de aguarrás que alguien había colocado donde normalmente estaba su jarabe. Apoyó su bastón en la silla y dio un trago largo. No tardó en quejarse y en buscar una ayuda en la negrura que encontraba tras sus gafas oscuras. Nunca le dije a nadie que yo había estado allí, en silencio, observando como desaparecía para siempre aquella maldita tos crónica.

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