miércoles, 12 de octubre de 2011

Lejos

Me doy cuenta de que ya echo de menos a mi ex mujer y a mis hijas. Me doy cuenta de que no soy más que un vagabundo en busca de una gloria inexistente. Me doy cuenta de que no soy el centro del universo. Me doy cuenta de que mi arrepentimiento es más poderoso que mi soberbia. Me doy cuenta de que nunca debí aceptar esta puñetera oferta de trabajo. Me he dado cuenta, por fin, de que el dinero no hace la felicidad.

1 comentario:

sagra dijo...

Pobre hombre, solo cuando te pasan esas cosas te das cuenta de que el dinero no lo es todo....