lunes, 14 de marzo de 2022

Aire

No me invitó, pero yo fui. Con su traje transparente iba provocando a la gente. Y claro, como no iba yo a colarme. Coca-Cola para todos y algo de comer. Picoteo por aquí, parloteo por allá y un flechazo instantáneo y cayó entre mis labios. Y nada, una noche más y a la mañana siguiente no me pude levantar porque el fin de semana me había sentado fatal y ella me vio y me miró y seguidamente se arropó hasta la cabeza. “No me mires, no me mires, déjalo ya”. Aún no se había puesto el maquillaje. Y cuando se lo puso y me dijo ya puedes mirar yo me había marchado rumbo a Venus en mi barco porque más allá de su paraíso yo necesitaba mi descanso dominical. Y ahora regreso cada fin de semana a cantar coplas bajo su ventana porque después de todo sigo siendo uno de esos amantes tan elegantes como los de antes. Hasta que anoche volvía a caer en su cama y al regresar de Venus creí ser aire, oxígeno, nitrógeno y argón y caí por la ventana y cuando iba a remontar me volví otra vez humano. No faltéis al funeral.

No hay comentarios: