miércoles, 6 de junio de 2012

El titiritero

Algún día se enterarían de quién era el que movía el espejito, la tela y aquellos diminutos cuerpos que bailaban al son de una vieja canción. Aquel día se acabaría la magia, los niños crecerían y buscarían la sonrisa en otros lugares. Pero llegarían otros niños y el espejito volvería a moverse, y también los trozos de tela y los diminutos cuerpos seguirían el ritmo de la misma vieja canción. El espectáculo seguiría su curso mientras el titiritero tuviese fuerzas para seguir contando su historia y los niños siguiesen absortos frente al escenario.

1 comentario:

Sagra dijo...

En el momento q descubres esas cosas es cuando se pierde la magia y la inocencia q tienen los niños y empiezan a saber lo q es la decepcion. Que triste!