domingo, 23 de junio de 2024

Culpa

La preocupación es una bomba con cuenta atrás instalada en el córtex, una portería descubierta esperando un gol que nunca llega. El error es una probabilidad y en la incertidumbre reside el miedo atroz que me impide respirar con normalidad. Un incendio sobrevuela mi cabeza, los nervios, afilados e hirientes, son llamaradas de espanto que nacen en el pecho y explotan sobre los ojos. Podría llamar la atención del mundo si fuese capaz de escenificar mi tormenta, pero no hay lluvia que apague el incendio ni trueno que pida socorro. Camino hacia la incertidumbre, el filo de un precipicio espera la llegada de mis pasos mientras mis pies deja huellas invisibles que sólo yo soy capaz de vislumbrar. Pero de nada sirve mirar atrás porque ya no volverán los buenos tiempos, no fuí capaz de sonreír cuando pude y ahora que el daño es irreversible y el presente sólo es pasado, no hay bombero que apague esta explosión de recuerdos. Moriré solo y seré cenizas que surcarán el aire pidiendo perdón. Quizá si una mota de mi cuerpo aterrice sobre tu piel y serás capaz de perdonarme. Sólo el llanto por lo no vivido nos evita ser pasto del olvido.