- Fue una corta historia.
- ¿Cómo de corta?
- Cuando la quise besar de nuevo, había desaparecido con el viento.
Y entonces, el viento, volvió a sacudirle el rostro dejando un sabor de dulce saliva en su boca. El recuerdo, el deseo, el adiós que no quería asimilar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario