La pistola humeante, la mandíbula desencajada, la sangre en el suelo, el olor a pólvora. Y solamente había que mirar atrás.
Su hijo encañonado, su mujer amenazada, su hogar ultrajado, su vida condenada para siempre a la oscuridad.
La pistola humeante, la mandíbula desencajada, la sangre en el suelo, el olor a pólvora. Y solamente quedaba mirar hacia adelante.
Su hijo vivo, su mujer a salvo, su hogar liberado y su vida, ahora, pendiente de una condena.
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