El bueno de Juan se quedó anoche cuadrando los
balances. Siempre tan servicial, ni una mala cara pone por más que le chille a
la cara o le haga quedarse hasta tarde. Aún no ha llegado, es raro, siempre es
tan puntual. Bueno, le concederé diez minutos de cortesía. Hoy se los ha
ganado. Mientras voy a mirar el saldo de mis cuentas en Panamá, como cada
mañana. No puede ser. Están vacías, como la silla de Juan ¡Juan! ¿Alguien sabe
dónde está Juan?
Protocolo Gerard López (por Miguel Gutiérrez)
Hace 2 horas