lunes, 30 de julio de 2018

No me rompas el corazon

- Por favor, no me rompas el corazón. - Suplicó él entre sollozos mientras veía como ella se marchaba para siempre.
- Lo siento, no puedo hacer otra cosa. - Y clavó la daga hasta el fondo en su costado izquierdo.

jueves, 26 de julio de 2018

Tus deseos

- ¿Qué has hecho? - Preguntó ella dejando caer el teléfono al suelo.

Temblaba, se ahogaba, lloraba.

- Sólo he cumplido tus deseos.

Entonces recordó la conversación. Todo había parecido tan trivial que no le había dado importancia. Se conocieron hacía seis meses, se besaron hace cinco y se hicieron el amor hace tres. Y desde entonces, cada jueves, acudían puntuales a su cita de habitación de hotel.

Aquel día ella le había dicho: "Quizá si mi marido no existiese tú y yo seríamos felices".

Y su marido ya no existía.

Y él, satisfecho por el deber cumplido, la observaba complacido.

- Sólo he cumplido tus deseos.

miércoles, 25 de julio de 2018

Si te vas

- Si te vas me ahogo. - Le dijo mientras movía la cabeza.

Las piernas y los brazos escayolados. La cadera sujeta a un cinturón.

Y ella, para ahorrarle el trámite, le puso una almohada sobre la cabeza.

martes, 24 de julio de 2018

Un problema

Un problema, le dijo a Houston. Tantas veces soñando, tantas veces jugando. Y ahí estaba, el problema. Todos los años encerrado en casa, en una biblioteca, en un garaje. Aprendiendo, experimentando, aprobando. Tantos años y ahí estaba el problema. Misión espacial cuatrocientos tres. Challenger ocho. Y él, como tantos, había soñado con estar allí. Como sus cuatro compañeros de tripulación. Y sin embargo, Houston tenemos un problema. Demasiado joven para morir, demasiado viejo, ahora sí, para seguir soñando.

lunes, 23 de julio de 2018

De este agua no beberé

"De este agua no beberé y este cura no es mi padre".
El tío Jacinto lo repetía una y otra vez.

Mi madre acudía a la iglesia a confesar cada día después de la última misa.

Mi padre no tenía los ojos del color del cielo.

Sólo había un hombre en el pueblo con unos ojos tan azules como los míos.

Al final bebí de la fuente.

En ese momento pasaba el párroco y me observó detenidamente con esos ojos que, como el cielo, refulgían con la luz del sol.

jueves, 19 de julio de 2018

La medicina del abuelo

- ¿Le has dado la medicina al abuelo?
- Voy, mamá.

Y Marta, obediente como la niña bien que era, tomaba el tapón del jarabe y lo rellenaba hasta la mitad. Cuando creía que nadie la escuchaba, sacaba la botella de lejía y administraba unas gotas. Y así cada día, poco a poco, muy despacio, iba viendo como se apagaba aquel viejo que, años atrás, se había atrevido a descubrirle la sexualidad.

Sólo tenía cuatro años.

- Bebe, hijo de puta. - Susurraba en voz muy baja mientras el abuelo sorbía el tapón del jarabe con los ojos muy abiertos y la boca casi cerrada.

Su madre, entretenida en la nueva telenovela, volvía a preguntar.

- ¿Le has dado la medicina al abuelo?
- Sí, mamá.

miércoles, 18 de julio de 2018

Un tipo fuerte

"Soy un tipo fuerte", repetía constantemente mientras apagaba un cigarrillo contra la pared. "Soy un
tipo fuerte". Las piernas cruzadas, la espalda apoyada, los hombros caídos. "Soy un tipo fuerte". La vio llegar a lo lejos. Fue a encender otro cigarro. Desisitió. Le temblaban las manos y él era un tipo fuerte. El tacón sobre la acera anunciaba un cataclismo, los dos besos silenciosos anunciaban el apocalipsis. Cuando se despidieron había olvidado su promesa y había huído de sus palabras. Sus lágrimas solo reflejaban la estampa de un tipo hundido.

martes, 17 de julio de 2018

Aquella noche

Todo era parecido a aquella noche, salvo que nada sería nunca como aquella noche. Las luces de neón, la música disco, las niñas bailando y los niños mirando como bobos. Uno de ellos, él, anonadado por la expresión artística de una morena que se movía con el ritmo de un ángel. Quiso acercarse, pero no pudo. Necesitó otra copa y, después, otra copa más. Sólo entonces se atrevió a acercarse y sólo entonces el destino le jugó su peor baza. Le sangró la nariz, de manera inconsciente, y mientras besaba aquellos labios de purpurina sentía un sabor a sal mezclado con saliva. No tardaron en separarse. Ella marchó abrumada y él quedó petrificado, pasando la lengua por los labios, rememorando un instante mágico.

Ella no había vuelto por allí, los neones seguían brillando y la música había evolucionado hacia una especie de tecno inabordable. Había más niñas, más niños y más copas, pero no había vuelto a besar a nadie. Sin embargo, cada vez que sentía la tentación de regresar atrás, golpeaba en seco su tabique nasal. Y entonces aparecía la sangre. Y entonces, sólo entonces, reaparecía el instante. El mundo se paraba, su pantalón se abultaba y la noche volvía a ser, durante unos minutos como aquella noche.

lunes, 16 de julio de 2018

El de los monos

- Date prisa que pronto me llama el cansino
- ¿Pero no te dijo que hoy descansábais?
- A saber, con este todo es posible. Lo mismo va por el río y ve un cocodrilo y le da por hacer el tonto otro rato.
- ¿Y para qué te necesita?
- Pues de palmera, para qué me va a querer.

En ese momento, una voz aguda retumbó entre los árboles.

"Aaaaaaaaa... aaaaaaaa. aaaaaaaaa".

- La madre que lo parió. Me voy.
- Joder, chita, de esta manera no forma de que echemos un polvo.

martes, 10 de julio de 2018

Entre silencios y sonrisas

Desde entonces papá ya nunca juega con él. Él pasa a saludarle todas las tardes, pero mamá le regaña cuando quiere jugar con la maquinita. Mientras sale, creer ver a papá despedirse con una sonrisa, pero con ese tubo en la boca le resulta imposible distinguir entre silencios y sonrisas.

lunes, 9 de julio de 2018

Una noche juntos

- Sólo te pido una noche juntos.
- ¿Y después?
- Después, una vida.
- ¿Y si no funciona?
- Será una vida en el recuerdo, igualmente.

jueves, 5 de julio de 2018

Distorsión

La sirena cautiva vomita pulpos de siete patas en la taza del váter, el licántropo encadenado lanza dentelladas de sangre a un unicornio recién nacido, el gnomo ha salido del árbol y se dirige a la habitación azul. Papá grita. El bebé llora. Mamá se encierra en el baño. Cuando el hada del espejo le seque las lágrimas me dirá que la cena ya está lista.

miércoles, 4 de julio de 2018

Ya no hay héroes

Alberthor no había traído el martillo pese a que trabajaba de carpintero, Hulkio no supo hacer la masa
pese a que trabaja de albañil, Capijuán América no tenía el escudo pese a que cincelaba armas en una fábrica de Toledo y Piteresa Parker no sacó sus uñas para mostrar lo bien que araña. No nos quedó otra que sopesar las opciones y elegimos la más fácil. Ellos eran más fuertes y parecían mejor entrenados. Así que salimos corriendo. Correr es de cobardes, decía el abuelo cada vez que me amenzaba con la alpargate. Y yo, igual que entonces, le diría al yayo que una cosa es ser un héroe y otra es ser un gilipollas.

martes, 3 de julio de 2018

Frente a Cupido


Ordenaron colocarle una venda en los ojos y, desde que Cupido dispara al azar, en el Olimpo se desbocó el negocio de las apuestas. Intuyo que en todos esto años ningún Dios ha apostado por mí, pero yo no pienso rendirme.

¡Rubia! ¡Desde que te vi parezco un trébede!