miércoles, 18 de marzo de 2015

El tobogán de la derecha



- Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa, apártese, que tengo a mucha gente esperando.
La fila llegaba hasta la puerta, recogió el impreso y observó a San Pedro haciéndole un ademán para que se apartase. En la izquierda, solo dos ancianas esperaban ante la ventanilla de cobro. El resto, con sus uniformes de militar, de sacerdote y sus trajes de político, iban bajando uno a uno por el tobogán de la derecha.
-  ¿Por qué ellos viajan gratis? – Preguntó al ángel con pinta de funcionario.
 - Ellos ya hace tiempo que vendieron su alma.

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