Con este amargor tan
extraño me despierto cada mañana y busco un espejo donde poder mirarme. Me
aplaco el pelo y me coloco la chaqueta antes de acudir a mi lugar diario. La
gente pasa sin mirarme y quien lo hace me regala una moneda con desprecio.
Dicen que me ha crecido la
barba. Como hace días que no llueve, no encuentro espejos en
el suelo para comprobarlo. Agarro la manta y me tapo hasta arriba. La botella
de vino yace vacía a mi lado. Sabe tan amargo que me hace despertar con ese
molesto amargor cada mañana.
Yoísmo
Hace 2 semanas
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