- He visto como las flores
extendían pétalos de color, he visto noches estrelladas y cimas blancas
reflejándose en el sol. He visto todo lo más bello pero aún no te he visto
sonreír.
- Yo tampoco te he escuchado
nunca decirme que me odias.
- Te odio.
Entonces ella sonrió.
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