Como tantas veces había
hecho de niño me desperté al alba esperando el sonido de unos pasos. Cada
mañana había un hombre que pasaba en silencio a la habitación y me arropaba
antes de darme un beso. Recuerdo que le llamaba papá. Resulta curioso comprobar
como de selectiva es la memoria, pero cada vez que me acuerdo de su rostro
advierto que no se parece en nada al hombre que ahora duerme con mi madre.
Resurrección
Hace 1 semana
No hay comentarios:
Publicar un comentario